viernes, 30 de noviembre de 2012

La Teología de Aristóteles

Aristóteles fue un pensador con espíritu empirista, es decir que buscó fundamentar el conocimiento humano en la experiencia. Una de las primeras preocupaciones fue encontrar una explicación racional para el mundo que lo rodeaba. Es decir, al estudio de la ontología.
Para los presocráticos realidad es diversa y se halla en continua y perpetua transformación. Llaman a esta totalidad physis (naturaleza)
Para Heráclito de Éfeso todo se halla en perpetuo cambio y transformación; el movimiento es la ley del universo.
Parménides, llama a la totalidad de los presocráticos SER. Al contrario que Heráclito, opina que el movimiento es imposible, pues el cambio es el paso del ser al no ser o la inversa, del no ser al ser. Esto es inaceptable, ya que el no ser no existe y nada puede surgir de él.
Platón, supone una especie de síntesis, es decir, una unión o una suma de estas dos concepciones opuestas: la de Heráclito y Parménides. Por un lado tenemos el mundo sensible, caracterizado por un proceso constante de transformación y, por el otro, tenemos el mundo abstracto y perfecto de las Ideas, caracterizado por la eternidad  y la incorruptibilidad.
Las obras de Aristóteles se encuentran en continua oposicion hacia las ideas de Platón. Entiende la ontología como el ser en cuanto al ser, todo aquello que de algún modo u otro "es".
El estudio de este aspecto se encuentra en su libro de Metafísica (más allá de la física), donde muestra al ser como análogo, el ser es uno pero se dice de muchas maneras. También explica el cambio y el movimiento de este ser como el paso de lo que está en potencia a estar en acto, pero esto solo se produce en el desarrollo de otro ser que posee aquel acto. Es decir, el paso de algo con capacidad de llegar a ser otra cosa, a llegar a serlo efecivamente y así continuamente. De esta forma, todo está en continuo movimiento, pero nada se produce sin causa. Aquello que genera este movimiento se denomina Motor, los motores se limitan a transmitir el movimiento. Sin embargo, para que esto pudiese ocurrir es necesario un Primer Motor Inmóvil, inmutable,inmaterial, perfecto, este es Dios, Acto Puro, puro pensamiento. Para Aristóteles, este Dios no es un Dios creador, sino que solo genera movimiento, pero no por contacto, como puede esperarse, sino por atracción; atrae a las cosas porque aspiran a alcanzar su finalidad.
De este apartado se puede deducir que nada existe sin que haya existido Dios anteriormente, desde siempre y para siempre. El acto puro, la perfección, a la que aspira todo ser que permanece en continuo cambio en su camino hacia él.

1 comentario:

  1. Regular Marisol. Expones las piezas para elaborar una interesante disertación sobre el cambio y el movimiento. Pero las piezas están mal encajadas o más bien sin encajar. Debes comparar unas respuestas con otras buscar semejanzas, diferencias, aciertos, errores, avances etc.
    Saludos

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